Algunas reflexiones sobre la Ingeniería

12/31/2013 0 Comments

Jörg Schlaich es un ingeniero estructural alemán reconocido por su excelente trabajo en el diseño creativo de puentes, techos de tramos largos y otras estructuras complejas. Además de ser uno de los principales investigadores de los modelos de puntales y tirantes, usados para el diseño de concreto armado de formas geométricas no convencionales. 

En el libro Aforismos Estructurales, escrito por Javier Rui-Wamba, podemos encontrar un prólogo redactado por Schlaich donde reflexiona acerca del trabajo del ingeniero, su rol en la sociedad y la problemática actual en el diseño.

Puente Yamuna en Wazirabad (Schlaich Bergermann&Partner)

El prólogo empieza comentando el ingenioso proyecto del funicular sobre las cataratas del Niágara.
"Ya el libro anterior de la Fundación Esteyco me encantó infinitamente, porque con el ejemplo del excelente y universal ingeniero español Torres Quevedo y su ingenioso funicular sobre las Cataratas del Niágara expone toda la amplitud técnica e intelectual de la ingeniería civil constructiva. Nos comunica como conocimientos fundados y amplios y amor al detalle constructivo, unidos con fantasía, entusiasmo y sentido de responsabilidad social, crearon una construcción de una extraña belleza y eficiencia,  en cuyo centro se encuentra el hombre."

Asimismo comenta el rol del ingeniero civil en la sociedad y el fin del diseño, que no se debe limitar a cumplir con los requerimientos técnicos sino a considerar la estética y la integración al entorno natural. 
"Mostrar que la ingeniería civil constructiva sólo puede cumplir sus responsabilidades si refleja su contexto social, económico y político y que, viceversa, una sociedad humana estaría condenada a la pobreza miserable y la enfermedad dolorosa, si no dispusiera de una infraestructura técnica creada por ingenieros. Por último, que el hombre enferma mentalmente, si las construcciones de la ingeniería en su espacio vital sólo se ajustan a los criterios técnicos y económicos y si no están correctamente proporcionadas y, bien diseñadas, de tal forma integradas en su entorno natural, que se las siente como parte inseparable delarte de la construcción. ¡La única contraprestación del hombre para la invasión de la naturaleza con construcciones es la cultura!"
 Luego anota la problemática de cómo se afrontan los proyectos en las primeras etapas.
"La verdad es que una persona ajena se tiene que preguntar frente a la ingeniería civil constructiva, por qué la mayoría de los ingenieros siguen tratando el proyecto, el momento de nacimiento de su obra, con tanta negligencia, ya que es la fase más hermosa, estimulante y creativa de todo el proceso de planificación. Aquí se mezcla el saber de base científica técnica del ingeniero inseparablemente con su fantasía, su alegría de innovar, ¡un verdadero placer! Dificultades con la estática o con la ejecución de la obra se deben casi siempre a un proyecto negligente."
"Por otro lado, el ingeniero con alegría de innovar no se enfada por condiciones de entorno difíciles en casos aislados, sino le están bienvenidos como posibilidad para un único proyecto referido al lugar y acepta la obligación al ahorro y a la eficiencia como maestro."
Estación del tren Tianjin West (Schlaich Bergermann&Partner)

Indica además que los nuevos procedimientos, a pesar de ser muy poderosos gracias a las computadoras personales, no mejora considerablemente la calidad final del proyecto.
"En vista del progreso vertiginoso en todos los campos, desde el desarrollo de nuevos y cada vez mejores materiales de construcción, las posibilidades de cálculo y representación asistidas por ordenador, hasta los más sofisticados métodos de fabricación y montaje, deberíamos acercarnos a una época dorada. Desgraciadamente hay que temer más bien lo contrario; por lo menos en la práctica casi nada de este progreso se manifiesta en una nueva calidad de las construcciones de ingeniería. Al contrario parece que, con algunas excepciones sobre todo precisamente en España, la mayoría de nuestros puentes, torres, pabellones se presentan cada vez más vulgares, monótonos y a veces hasta misantrópicos y lo que es aún peor, en realidad a nadie le molesta; ni a los mismos ingenieros civiles, ni a los propietarios, y mucho menos a la opinión pública, como si construcciones de ingeniería no pertenecieran a la cultura de la construcción. No reaccionamos a problemas con soluciones nuevas sino con prohibiciones, con una densidad de reglamentos proliferando hasta lo absurdo. La profesión del ingeniero no tiene imagen, ya no se tiene en cuenta las construcciones de ingeniería, se espera de ellos solamente una indigna funcionalidad al precio más bajo. Si se trata por ejemplo de un puente encima de un valle cerca de una población, todo el mundo se concentra en la protección acústica y no se conforma hasta haber conseguido una pantalla de protección acústica de 4 m de altura, sin darse cuenta de que alguien, sensible con todos sus sentidos, tiene que lamentar ahora una contaminación estética en vez de acústica." 
Esta problemática tiene como principal causa la especialización excesiva, donde cada profesional es una isla que observa solo lo que le concierne a su área, sin mirar hacia las áreas adyacentes.

"La causa del mal es la especialización, la parcelación, la estupefacción de los ingenieros, produciéndose todas estas contribuciones al progreso, en realidad admirables y gratas, separadamente, convirtiéndose de esta manera en finalidades en sí. Sabemos de cada vez menos cada vez más, finalmente demasiado para estar aun capaz de tomar decisiones desde un punto de vista superior. Por el miedo justificado de que se nos demande por el incumplimiento de cualquier reglamento, ya sólo elegimos la solución estándar cubierta de los reglamentos. A eso sólo se puede contrarrestar dentro de la formación en las universidades, academias y escuelas, enseñando ya ahí la construcción de ingeniería de forma completa y multidisciplinaria en materia y campo y practicando diseño, incluyendo la colaboración con colegas de otras disciplinas. El ingeniero tiene que comprender pronto que tiene la responsabilidad de la calidad completa de sus construcciones de ingeniería, al igual que el arquitecto para las suyas, y que tanto la forma como la estática, la construcción y la fabricación pertenecen a ello. Nada de ello debe dejar de lado o delegar, pero la persona autocrítica buscará la colaboración consultiva con arquitectos, urbanistas e ingenieros de otras disciplinas; y siendo buena la colaboración, al final no importa que procedía de quien, sino solamente el resultado: la calidad completa de la obra."
Puente-Escultura "Slinky springs to fame" (Schlaich Bergermann&Partner)

Incentivar que cada especialista obtenga conocimientos prácticos de las demás especialidades que participan en un proyecto puede influir positivamente en la calidad final de este; asi como recordar que el fin supremo de todo diseño es el ser humano cuyas necesidades, relacionadas tanto a lo técnico como a lo emocional, deben ser satisfechas.

0 comentarios: